Los temas específicos del curso de
Sistemas de Representación Geométrica - Morfología General se concentran en
cómo conceptualizar la forma arquitectónica a través de los sistemas de
representación, a partir de modelos que adquieren complejidad acumulativamente,
abstrayendo información disponible del caso y traduciéndola a materiales
gráficos.
Los modelos iniciales establecen ese
proceso de abstracción hacia materiales con correspondencias directas con
elementos simples de geometría y sus modos de asociación: punto-línea,
línea-superficie, superficie-volumen. Sin embargo, es fundamental para el curso
enfocar en las cualidades emergentes de las asociaciones entre esos materiales:
el conjunto de líneas como contorno, la traza del contorno como característica
del límite de una superficie (más o menos rugosa, más o menos continua, regular
o diferenciada, etc.), las propiedades de una superficie en planta como huella
de un comportamiento en elevación, etc. No entendemos a estos procesos de
abstracción como simplificaciones, sino como el modelado de atenciones sobre
determinados temas (la proporción de una superficie, la cualidad de un límite,
etc.).La primera mitad del curso asocia dos
clases de materiales fundamentalmente unificados en sí mismos (volumen y espacio),
a partir de la delimitación de la forma y el deslinde interior-exterior.
La segunda mitad del curso establece
métodos y atenciones para avanzar en la diferenciación progresiva de los
materiales de la forma arquitectónica, introduciendo el concepto de lugar (como
emergente de reconocer la emergencia de cualidades locales en un espacio
continuo) y de parte (como determinación de diferencias de comportamiento
material en una envolvente continua), desarrollando al mismo tiempo métodos
gráficos comparativos (paletas) y de descripción de singularidades jerárquicas
(perspectiva, despieces).
Del programa así desarrollado emerge
una relación entre modelizaciones materiales al mismo tiempo evolutiva y
complementaria: cada etapa introduce un distanciamiento mayor de los modelos
genéricos geométricos iniciales,; y al
mismo tiempo se asienta y recupera las atenciones de cada paso previo,
conformando al trabajo como una investigación continua.
El curso desarrolla una atención sobre la organización de la forma
arquitectónica a partir de procesos sucesivos de análisis, construyendo una
sensibilidad hacia las formas comparativas y descriptivas más que hacia la
imposición de modelos organizativos genéricos.
Desde hace algunos años los cursos de
MG-SRG aparecen denominados por el subtítulo “La construcción de la forma”. Así,
todos los talleres de la cátedra despliegan una atención hacia la organización
de la forma como proceso de asociación y administración de semejanzas y
diferencias. En ese sentido, uno de los principales temas de atención de estos
cursos es asociar delimitación y medición como procesos de identificación y
compatibilización de las partes y el conjunto. Entendemos a la medición no sólo
como la técnica de traspolar y definir dimensiones a través de la escala, parte
por parte, sino especialmente como la práctica de establecer comparabilidad
(parametrizar) comportamientos y propiedades de las partes y el conjunto, bajo el
análisis de las correspondencias de medidas fundada en la proporción (lo que en
la tradición clásica se denominó “conmesuración”). A partir de fortalecer estas atenciones, todo
el curso enfoca, tema por tema, problemas específicos de la organización de la
forma arquitectónica en los mismos términos. El empleo frecuente de series de
dibujos para analizar cómo trazar una envolvente describiendo la variación de
un espesor, establecer un punto de vista en una perspectiva, o acumular varios
trazos de diferentes lápices para construir una muestra de color, puede
explicarse a partir de nuestro interés en que los estudiantes establezcan una
sistematicidad lógica que permita registrar diferencias relevantes y
continuidades consistentes.
■ Contexto.
Desde el punto de vista contextual, Morfología General se asienta sobre
algunas atenciones a la forma arquitectónica más asociadas al análisis
objetual, evitando avanzar sobre las determinaciones de la relación entre
arquitectura y contexto físico y cultural que se desarrollan con mayor énfasis
en los cursos de Morfología I y II.
En este sentido los modelos de trabajo construyen atenciones sucesivas,
variables y complementarias sobre la relación entre parte y conjunto, que
introducen el entendimiento de la relación entre forma y contexto como problema
de delimitación en la misma obra. Desde el modelo de volumen como objeto
autónomo, reductible a una maqueta que puede tenerse en la mano y desarrollado
por gráficos de Sistema Monge con observadores genéricos (“en el infinito”)
hacia el modelo de espacio, deslindando interior de exterior, fijando planos de
corte que determinan atenciones localizadas, el curso acumula ajustes en la
atención sobre lo particular, guiado por la observación del estudiante, y la
construcción de un contexto cada vez más asociativo, determinado por la obra
como conjunto. Los pasos siguientes abordando la perspectiva y ensayando el
punto de vista como foco singular, o la prioridad en el empleo de la categoría
de cesía (como registro del comportamiento contextual de luz, color y textura),
evidencian nuestro interés por construir atenciones que activen la
conceptualización y las prácticas sobre la forma arquitectónica como procesos
determinados contextualmente: sólo nos interesa construir esta secuencia de
modelos particularizados si permiten elaborar un entendimiento del conjunto
potenciando las propiedades relacionales de la forma, asociando multiplicidad y
síntesis.
> acceder a programa general de la fadu para SRG